El diseño de Llona-Zamora-Mosquera contempla que el espacio para el restaurante sea un gran paralelepípedo cuya estructura fue construida con bambú guadua angustifolia y una piel con un tipo de bambú llamado caña flecha.
El trabajo de asesoría consistió en el acompañamiento técnico para solucionar el tema estructural e igualmente buscar una solución creativa para el cerramiento del restaurante.
El uso de tensores metálicos al interior del espacio libera la estructura y ofreciendo un espacio continuo y visiblemente más amplio. La cubierta compuesta de policarbonato traslúcido ondulado genera un sol y sombra a través del apersianado de bambú al interior del espacio.
El cerramiento fue finalmente construido, según propuesta del asesor, siguiendo el concepto de un tejido de canasto aprovechando la flexibilidad del bambú, aminorando la cantidad de uniones y por lo tanto el tiempo de trabajo. El resultado es una piel permeable que permite una buena ventilación y al mismo tiempo una textura amable para los usuarios del mismo.
Construcción: Victoriano Rojas Villaorduña